Gran parte del éxito, avalado por más de 5.500 visitantes que se dieron cita en la Sala Valentín Palencia del Claustro Bajo de la Catedral de Burgos, lo constituyó la muestra de varios de los documentos originales más importantes para conocer la historia de la ciudad y que normalmente no están expuestos al público por cuestiones de seguridad, como son la Carta de Arras del Cid, y uno de los documentos más antiguos del Archivo, escrito en letra visigótica mayúscula en el siglo X. Junto a ellos, causó también gran admiración la recreación de las dependencias del archivo, al cual no se tiene acceso el resto del año.
Dentro de los trabajos realizados en la Catedral de Burgos durante las últimas dos décadas, este proyecto de catalogación e informatización del Archivo es sin duda el gran desconocido a tenor de la sorpresa generalizada que ha supuesto su exposición durante la Noche Blanca, aspecto que los responsables de la muestra han recogido con entusiasmo y con la intención de realizar acciones de promoción similares en un futuro.
No hay comentarios :
Publicar un comentario